Colo Colo y la maldición de los Galácticos

En un deporte tan cabalístico como es el fútbol, la palabra “galácticos” debiera ser suprimida por mufa.

Colo Colo Foto: Agencia Aton (ANDRES PINA/PHOTOSPORT/ANDRES PINA/PHOTOSPORT)

En un deporte tan cabalístico como es el fútbol, la palabra “galácticos” debiera ser suprimida por “mufa”. Ejemplos los hay a montones, siendo el más destacado a nivel mundial, Real Madrid de los años 2002/2003 con Ronaldo, Zidane y David Beckham: Y hoy…Colo Colo.

No sé si Florentino Pérez fue quien usó el término “galáctico” por primera vez, pero si sé que fue quien la popularizó a nivel mundial, luego de asumir la presidencia del Real Madrid en julio de 2000. En una elección muy reñida y con muchos tintes político superó en las urnas a Lorenzo Sans (padre de unos chicos que alguna vez vinieron a jugar a Unión Española).

Según relatan Juan Ignacio Gallardo y Luis Miguel González en su libro ‘Las mejores anécdotas del Real Madrid’, quien primero utilizó el término “galáctico” fue Jaime Orti, presidente en ese entonces del Valencia, quejándose de la saturación informativa que existía en torno al equipo blanco: “Dicen que son galácticos o algo así”.

Se refería expresamente a los jugadores Luís Figo (Portugal), Zinedine Zidane (Francia), David Beckham (Inglaterra) y el delantero Ronaldo (Brasil)

A los redactores de MARCA, uno de los diarios más importantes del mundo y ferviente partidario del Madrid, les gustó el término y para referirse a la goleada que los propios valencianos sufrieron esa semana en el Bernabéu, tituló en su portada: ‘Fútbol de otra galaxia’.

De ahí en adelante, Florentino se sintió orgulloso de ser el “padre de los galácticos” y se atribuyó poderes absolutos, despidiendo entrenadores a su antojo cuando no se daban los resultados que él quería: el primero y más renombrado fue Vicente del Bosque y entre los caídos también se cuenta Manuel Pellegrini.

Lo concreto es que los “galácticos”, tras tener un muy buen comienzo y ganar la Liga en la temporada 2002-03, poco a poco se fueron desinflando y en 2006, tras una serie de fracasos coronados por la eliminación en octavos de final de la Champions, a manos del “modesto” Arsenal de Arsène Wenger, Florentino Pérez se vio obligado a renunciar en febrero de 2006

Los míticos "Galácticos" del Real Madrid
Real MadridLos míticos "Galácticos" del Real Madrid

Otros ejemplos

Son muchísimos.

El Barcelona 2000- 2001, que por recuperarse del palo que les significó que su máxima estrella, el portugués Figo, se fuera al Madrid, tiró la casa por la ventana contratando a casi toda la selección española y apenas llegó en cuarto lugar en la Liga y no clasificó a Champions. El Manchester United 2014-15, que trajo estrellas desde todos los rincones y no ganó ninguno de los cinco títulos que pretendía, a nivel de Inglaterra y de Europa. El Manchester City 2016-17, con Pep Guardiola a la cabeza; el PSG 2017-18, que juntó a Neymar con Mbappé, por ese entonces la naciente estrella del fútbol francés y que dos años más tarde agregó nada menos que a Lionel Messi, con el mismo resultado: nada. el Chelsea 2020-21, que invirtió 247 millones de euros y terminó noveno en la Premier League.

En nuestro continente es conocidísimo el caso de River Plate, que el año 1985 le arrebató a Boca Juniors sus dos máximos referentes de aquel entonces: Ricardo Gareca y Óscar Ruggeri. Ambos fueron hostigados desde un comienzo, incluso con amenazas de muerte, lo que hizo sucumbir al ahora entrenador de la selección chilena, que a mediados de año pidió ser transferido al América de Cali. Su compañero y amigó tenía el cuero más duro, aguantó y terminó siendo campeón de la Copa Libertadores con el “Millonario”.

Y también es conocido el caso del América de México en el 2009, que se reforzó para ganar la Copa Libertadores de América e incorporó como entrenador a Ramón Diaz y a jugadores como el brasileño Robert de Pinho, el chileno Jean Beausejour, el colombiano Andrés Chitiva y los paraguayos Salvador Cabañas y Enrique Vera.

Ni siquiera consideraron el hecho que para participar en nuestro torneo continental tenían que clasificar en el Interliga de la Concacaf que se disputaba en Estados Unidos y fueron eliminados en cuartos de final al ser goleados 1-4 ante el Atlas. Para hacer aún más doloroso el hecho, el campeón de ese certamen centroamericano fue el archirrival, Chivas de Guadalajara, que después hizo una gran Libertadores, perdiendo la final con Inter de Porto Alegre.

En Chile

Hubo algunos casos que terminaron en rotundos fracasos, como el Colo Colo de 1992, que por ser el campeón vigente renunció a su derecho de participar a contar de cuartos de final de la Copa Libertadores por ambiciones económicas y entró como todos a contar de la primera fase. Le correspondió el Grupo A, que debió jugarse con cinco equipos y terminó cuarto detrás de Newell´s Old Boys, Universidad Católica y San Lorenzo de Almagro, sólo superando a Coquimbo Unido.

Ese equipo, entre otros, mantuvo la base que fue campeón continental en 1991 y se reforzó con figuras como Claudio Borghi, el repatriado Eduardo Rubio y los dos goleadores del torneo local, Aníbal González y Gustavo de Luca.

Pero el fracaso más notorio fue el de Universidad Católica 1982, que, al transformarse en Fundación bajo la presidencia de Alfonso Swett, se dio el lujo de contratar a Luis Santibáñez cuando aún era entrenador de la selección que se preparaba para jugar el Mundial y recién pudo hacerse cargo del equipo, al año siguiente, tras la dolorosa eliminación en España.

La inversión hecha en contrataciones fue millonaria, conformando el plantel con gran parte de la mismísima selección chilena: René Valenzuela, Eduardo Bonvallet, Osvaldo Hurtado, Gustavo Moscoso, Miguel Ángel Neira, Manuel Rojas y Juvenal Olmos. Más los tres extranjeros que permitía el reglamento: el arquero Miguel Ángel Leyes, y los delanteros paraguayos Juan Ramón Isasi y Miguel María Michelagnoli.

Resultado: el equipo terminó sexto, no clasificó a ningún torneo internacional y Luis Santibáñez fue despedido a mediados de año.

Y ahora... Colo Colo

El regreso de Aníbal Mosa a la presidencia de Blanco y Negro el año pasado estuvo marcado por la famosa palabrita en cuestión: un Colo Colo “galáctico”.

Tal vez Mosa lo dijo haciendo alusión a la posibilidad de que llegara el ex arquero del Real Madrid, Keylor Navas, pero lo cierto es que creó en las hinchas expectativas desmesuradas y sin asidero real: superar lo hecho el año pasado e incluso hasta se habló de la posibilidad de ganar la Copa Libertadores.

Recuerdo que mi hijo menor, que es muy colocolino, cuando se conocieron los grupos sacó cuentas, analizó los posibles cruces a futuro y coincidió con lo que decía Arturo Vidal en ese momento: está todo dado para que Colo Colo llegue muy lejos en éste, el año de su centenario.

Se les olvidaba que ya Racing les había ganado 3-0 en el Monumental. Un partido que, por muy amistoso que fuera, algo estaba marcando. Y tampoco calzaban las cuentas si se comparaba el plantel albo col el de otros equipos del continente, que también hicieron grandes inversiones y en un nivel muy, pero muy superior al del campeón chileno. Léase, los brasileños Flamengo, Palmeiras, Inter y River Plate de Argentina, sólo por nombrar a cuatro que pudieran ser los semifinalistas.

Es cierto que Colo Colo perdió en la previa a un jugador muy importante en su armado defensivo como era el “Peluca” Falcón, que finalmente no llegó Keylor Navas y que algunas de las contrataciones, como el argentino Claudio Aquino y el uruguayo Salomón Rodríguez, han estado lejos de rendir lo que se esperaba de ellos, pero lo hecho por los albos hasta ahora es absolutamente decepcionante.

Marcador principalmente por la tragedia del 10 de abril, que no sólo cobró la vida de dos jóvenes, sino que trajo muchos costos en lo deportivo y económico, terminando por hacer trizas el año del Centenario.

El gran refuerzo de Colo Colo para esta temporada.
Claudio AquinoEl gran refuerzo de Colo Colo para esta temporada.

¿Galácticos? Por favor, nunca más.

A mi la palabrita no me gusta para nada. Primero, porque efectivamente soy muy supersticioso y creo en todas las cábalas. Incluso, las que no existen, me las invento. Pero, además, y esto dicho de manera más criteriosa, porque en el fútbol me sugiere falta de humildad, soberbia e incluso hasta desprecio por los rivales.

Por lo mismo, para quien la asume como propia, el porrazo es tan grande como el que hora está sufriendo Colo Colo y del que no le va a resultar fácil reponerse.

Lo malo es que las lecciones no se aprenden y a la llegada desde Brasil, tras haber sido goleados por Fortaleza, Arturo Vidal, que juega muy bien y declara muy mal, volvió con la cantinela de echarle la culpa a medio mundo (menos a La Garra Blanca por cierto) y aseguró que “este año vamos a ser Campeones del Campeonato Nacional y la Copa Chile”).

Dicho en otras palabras, para El King los rivales no existen. Grave pecado, precisamente de soberbia. No considera que si Universidad de Chile gana sus dos partidos pendientes queda como líder exclusivo del torneo, que Palestino, Audax Italiano y Coquimbo están merecidamente encabezando la Tabla, que Universidad Católica está ahí, a tiro de cañón y que, en la segunda rueda, cuando ya sea local en su nuevo San Carlos y se refuerce conveniente, también es candidato. Por último, que hay otros 15 equipos en disputa a los que Vidal les falta el respeto asegurando que “van a ser campeones”.

Ah y en Copa Chile, tienen que comenzar por ganarle este fin de semana a Deportes Limache, que ya les ganó y muy merecidamente hace menos de semana.

¿Y que podría decir entonces Arturo Vidal si llegan a quedar eliminados por los tomateros?