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Rolando Azas volvió a Chile tras dramáticos meses en Ecuador: “Estaba encerrado en mi departamento”

El paraguayo, quien jugó más de 10 años en Chile, dejó el fútbol ecuatoriano para radicarse en Chile. El ahora director técnico habló con En Cancha y, entre otros interesantes temas, recordó su paso por Cobreloa y le puso tarea a los loínos para esta temporada 2024.

Entrevista. Rolanzo Azás conversó con En Cancha.

En la previa del estreno de Cobreloa en el Campeonato Nacional 2024, Rolando Azas (56), director técnico que defendió la camiseta de los loínos en 1994, habló con En Cancha desde el sur del país donde se encuentra radicado.

El paraguayo, quien en Chile estuvo 11 años donde defendiendo las camisetas de Everton de Viña del Mar, Santiago Morning, Provincial Osorno y O’Higgins de Rancagua, entre otros elencos, habló sobre diferentes situaciones que le ha tocado vivir como jugador, ayudante técnico y estratega.

El multicampeón en el fútbol ecuatoriano (seis títulos) dio a conocer el por qué decidió abandonar Ecuador (país donde ha desarrollado toda su carrera como DT), su paso por el balompié nacional, su relación con José Sulantay y lo que se le viene a los loínos está campaña en Primera División.

“En estos momentos estoy en Osorno donde viven mis hijos y nietos. Viví 20 años en Chile y tengo muchos lazos acá. Si bien he estado 10 temporadas en Ecuador, ahora quiero venir a desarrollar mi carrera de técnico en estas tierras”, comienza diciendo Azas en diálogo con este medio.

- ¿Por qué deja Ecuador?

- Yo me fui de Chile en 2013 siempre con las ganas de dirigir acá. Partí a Ecuador con el técnico Raúl Duarte, quien también jugó en Chile, estuve en su cuerpo técnico y siempre fui con la consigna de tener vivencias, desarrollarme y obtener logros. Logré campeonatos, buenas campañas en Copa Libertadores y creo que ha llegado el momento de radicarme por un buen tiempo acá.

- ¿La situación del país fue un factor importante para volver a Chile?

- Influye bastante. Hace cuatro años que vivía en Guayaquil y hoy esa ciudad es la más peligrosa del país. Como es Puerto, entonces se utiliza mucho esa vía para hacer cosas ilegales. La violencia, la criminalidad ha sido demasiado y está todo muy peligroso.

- ¿Se vio afectado por los últimos hechos de violencia?

- Gracias a Dios no, pero porque iba al entrenamiento y después directo a la casa. No tenía vida social por todo lo que estaba pasando. Estaba encerrado en mi departamento y no arriesgaba nada, era muy peligroso andar en la calle.

- ¿Cómo analiza su paso por el fútbol ecuatoriano y su etapa como ayudante técnico?

- Fue maravilloso. Después de estar con Duarte, fui ayudante de Fabián Bustos, quien ahora está dirigiendo Universitario de Perú. Trabajamos seis años juntos y logramos cosas muy importantes. En 2015 estuvimos en Manta y logramos el ascenso, después 2019 salimos campeones de Primera División, algo inédito para la historia del club. Eso nos valió que nos contratara Barcelona, donde estuvimos entre 2020 y 2021. Fuimos bicampeones y llegamos a semi finales de Copa Libertadores, donde nos dejó afuera Flamengo.

- Después decidió tomar su propio camino. ¿Cómo ha sido este tiempo como DT?

- Ha sido un gran comienzo pese a las dificultades que la mayoría se encuentra cuando comienza este trayecto. Comencé en la Segunda División del Guayas (equivalente la Segunda División de Chile) y salí campeón en los dos equipos que dirigí, tanto en Atlético Samborondón como en Naranja Mekánika. Ha sido una linda experiencia y he ganado muchas armas para dar ahora el salto.

El director técnico junto a Damián Díaz, exjugador de la UC, en Barcelona de Ecuador.

Su paso por el fútbol chileno, José Sulantay y Cobreloa

- ¿Cómo llegó al fútbol chileno?

- En 1993 jugaba por Libertad e íbamos a jugar contra Sportivo Luqueño. Al duelo fue un empresario desde Chile enviado por don José Sulantay, con la misión de ver a un delantero del rival y le terminó gustando como jugué yo. De ahí se dio la posibilidad.

- Estuvo varios años en Chile como jugador. ¿Qué recuerda de ese tiempo?

- Fueron varios años acá, donde viví momentos muy dulces. Llegué en 1993 a Cobreloa, cuadro que en ese entonces era un equipazo, invencible. Perdimos un partido ese campeonato, que fue ante O’Higgins y de ahí todo lo ganamos allá arriba. Después partí a Provincial Osorno, me devolví al norte a Deportes Copiapó (en este entonces Regional de Atacama) y posteriormente me fui a O’Higgins, donde ascendimos y cambié mi posición en el campo. Yo era delantero y el técnico de ese entonces me experimentó como central, puesto que después terminé por afianzarme. Eso me sirvió para después irme a otro equipos, como Everton, ir a China y volver a Chile a Santiago Morning.

- ¿Cómo fue su relación con José Sulantay?

- Espectacular. Me dirigió en Cobreloa, me quería mucho y sentí mucho su partida. Fue un señor del fútbol, serio, responsable y alguien con mucha sapiencia. Me enseñó mucho. Yo iba a seguir en Cobreloa para 1994, pero como él terminó saliendo, muchos nos fuimos del club.

- Cobreloa no tuvo una gran pretemporada y eso ha generado dudas con respecto a lo que pueda llegar hacer en Primera División. ¿Afecta al plantel los resultados adversos que han venido teniendo?

- Cada vez que podía veía fútbol chileno y seguí a Cobreloa en el último tiempo, de hecho tengo gente conocida en el club. Desde mi punto de vista y como he estado en varios equipos, los partidos amistosos uno los siempre quiere ganar siempre, situación que no dudo que Emiliano Astorga también quería. Y sí, afecta mucho sobre todo en lo anímico, pero ahí el DT y el plantel tendrán que sacar a relucir la resiliencia. El manejo de Astorga tiene que ser bueno y no dar tantos días de importancia a esos resultados. Ojalá que no afecte mucho, se repongan y que tengan un buen inicio de torneo.

- ¿Para qué esta Cobreloa esta temporada?

- Sacando a la U, Colo Colo y Católica que se arman para ser campeón, Cobreloa tiene que pelear por entrar a competiciones internacionales. Por la historia del club y por el plantel, las pretensiones deberían ser altas. Por ende, lograr un cupo a Copa Sudamericana sería lo ideal.

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