La Generación Dorada de La Roja se ha transformado en tema de conversación en los últimos años, sobre todo por su presencia en el nuevo ciclo del equipo adiestrado por Eduardo Berizzo. Uno de los protagonistas de esa camada de jugadores es Charles Aránguiz, actualmente en Bayer Leverkusen, quien está pasando por un momento dramático en su carrera lidiando con una serie de lesiones graves que lo mantienen fuera de la cancha con una recuperación que ha sido lenta y difícil.
Aránguiz recaló en 2015 en el elenco teutón, lo que le permitió transformarse durante estos años en un jugador clave en el equipo, y por sobre todo querido por los hinchas, llegando incluso a ser capitán. Pero según relata el diario alemán Kicker, su ausencia en el campo poco a poco ha quedado en el olvido para los seguidores del equipo de las “Aspirinas”, que ya perdieron las esperanzas de volver a verlo jugar.
La última lesión del volante fue en enero, una rotura muscular en el muslo que hasta ahora lo mantiene sin acción, aunque hasta antes de esa dolencia tampoco había conseguido regularidad con el DT Xabi Alonso, quien en su ausencia logró mejorar el rumbo de un equipo que estaba cerca de la crisis. En la presente temporada de la Bundesliga ha disputado 10 partidos, y solo cuatro fueron en condición de titular, todo un cambio en su estatus.
La lesión también ha afectado su participación en La Roja, donde perdió protagonismo y no ve minutos desde septiembre del año pasado, cuando jugó un tiempo en el amistoso ante Marruecos disputado en Barcelona en el que el combinado nacional cayó dos a cero.
¿En riesgo la carrera de Charles Aránguiz?
Sobre la situación del volante puentealtino que, próximo a cumplir 34 años, Xabi Alonso habló hace algunas semanas: “No sabemos cuánto tiempo estará lesionado. No está claro cuándo podrá volver a entrenar con el equipo”.
Lo cierto es que en Leverkusen ya hablan de una “triste despedida” para un jugador que debía tener un mejor cierre de ciclo en Alemania, ante su inminente traspaso a mitad de año al Inter de Porto Alegre. De hecho es probable que no vuelva a jugar con la camiseta del Leverkusen en lo que queda de temporada, poniendo así punto final de la peor forma a su carrera en Europa.
¿La razón? Constantes recaídas físicas. Es más, en Alemania apuntan a un “lesión crónica” en su tendón de Aquiles, lo que supone un escenario precoupante para el “Príncipe”: pese a ya tener amarrado su futuro, es probable que la versión de Aránguiz que se vea de vuelta en Sudamérica ya no sea la misma ni cercana a la que lo llevó a brillar con La Roja y la U, considerando que mucho del estilo que lo transformó en uno de los mejores futbolistas chilenos de la historia se basa en el ritmo y el vértigo.
Poco a poco sin espacio
Todo esto ha generado que, casi en silencio, Aránguiz ya no sea parte del proceso de La Roja. ¿Cuánta gente se extrañó que no figurara en la última nómina de Eduardo Berizzo para el amistoso contra Paraguay?
Además, su puesto es uno de los pocos donde ha aparecido algo del recambio que tanto se pide para la “Generación Dorada”, con jugadores como Marcelino Núñez y Victor Méndez que están teniendo ritmo competitivo en Europa y que, al menos en el papel, parecen fijos para el nuevo proceso eliminatorio.
En otras palabras, incluso si vuelve a jugar, su lugar como indiscutible en el mediocampo que tuvo durante tantos años ya no está garantizado, a diferencia de otros bicampeones de América como Claudio Bravo, Gary Medel, Arturo Vidal y Alexis Sánchez. Su destino parece más cercano al de Marcelo Díaz, quien tras salir de las nóminas nunca pudo volver en propiedad a la Selección.
Así las cosas, el momento de Charles Aránguiz parece ser mucho más complejo de lo que se creía, y su futuro se comienza a ver nebuloso. No sólo en La Roja, sino que incluso en lo que le queda de carrera.
