Luego de que el asesinato de Helena Bustos, una joven de 20 años, terminara con la condena de dos mujeres que enviaron a matarla y dos hombres que actuaron como sicarios, una serie de impactantes detalles salieron a la luz pública. Eso sí,
aún no se ha podido descifrar la verdadera motivación tras el crimen.
Todo empezó cuando la víctima arrendó una pieza en casa de Cecilia Mimica (69 años) y su hija, Maggi Filgueira (52 años), luego de que uno de sus mejores amigos, Matías Pereira Troncoso, le diera el dato.
Sus arrendatarias eran reconocidas narcotraficantes de la población Norte Grande en Valdivia, mientras que Pereira era uno de los soldados que trabajaba para ellas, junto a su amigo Fernando Quevedo Gajardo.
Por razones que aún se desconocen, la convivencia entre Busto y sus arrendatarias empeoró y fue expulsada de la casa. El origen de esta disputa no pudo ser esclarecido durante la investigación, pero según declaró Fernando Quevedo, sería por celos
y el presunto robo de 10 kilos de marihuana.
Cuando Bustos se fue de casa, Mimica y su hija comenzaron a planear asesinarla y ofrecieron a Quevedo y Pereira 7 millones de pesos por hacerlo.
El extraño pacto entre las nacotraficantes y sus sicarios
Uno de los aspectos que más llama la atención sobre este macabro crimen, es que las narcotraficantes pusieron dos peculiares condiciones a los sicarios a la hora de matar a Bustos.
La primera fue que la víctima tenía que sufrir una muerte extremadamente dolorosa y, en segundo lugar, acordaron que ellas debían presenciar el asesinato. Ambas cláusulas fueron cumplidas.
Desde la familia de Helena Bustos no están conforme con la condena otorgada a los asesinos, que fueron 20 años para las autoras intelectuales y 18 para los sicarios. Tanto los parientes como la Fiscalía esperaban que se les dictara cadena perpetua.
"Lo único que quisiera es saber por qué hicieron eso, qué les hizo ella realmente. Ellos hablaban de una droga que nunca fue encontrada, entonces qué maldad pudo haber hecho. Yo nunca la vi pelear, nunca la vi enojada. Hay cosas que no me calzan", dijo Paulina Burgos, tía de la víctima, a Mega.