El polémico regreso de Reinaldo Sánchez a Wanderers: Despidos, paros, malos resultados y escasa inversión

A ocho meses de su vuelta al "Decano", el veterano empresario no ha logrado encontrar tranquilidad. Se le critica por la nula inversión, los refuerzos y sus polémicas.

El 13 de agosto de 2021, en medio de una de las peores crisis deportivas del club, Reinaldo Sánchez se convertía nuevamente en presidente de Santiago Wanderers, luego de una rápida y misteriosa operación, en la que, según información no oficial, compró el 60% de las acciones de la SADP a cargo de Rafael González, quien las heredó del empresario Nicolás Ibáñez Scott.

La llegada del veterano empresario microbusero, hoy dedicado a la exportación de paltas, generó encontradas reacciones entre los hinchas porteños. Mientras algunos aplaudían su regreso y recordaban las grandes campañas que bajo su mandato tuvo el club y que tuvieron como punto cúlmine el título de la temporada 2001, otros consideraron que era un error, por la polémica forma en que él y su familia se fueron del club, dejándolo sumido en una profunda crisis económica y deportiva.

Sánchez llegó con la intención de levantar la triste campaña que en ese momento tenía el equipo: último en Primera División, sin ninguna victoria y con un descenso casi consumado a la Primera B. Sin embargo, su estilo comenzó a marcarse rápidamente.

La primera polémica la protagonizó su nieto, Matías, miembro del directorio. El joven abogado lanzó polémicas declaraciones en contra de algunos jugadores del plantel de ese momento.

"Hay un delantero que es el señor -Diego- Vallejos, que metió un gol. No sé cómo metió un gol de cabeza porque fue un gol bueno, pero no corre, no engancha, no mete. Para mí es un jugador totalmente malísimo... No sé por qué lo trajeron. Jugó cuatro partidos en el equipo donde estaba y no lo ponían de titular. Y también, no es un jugador que gane mal", señaló. También apuntó contra históricos como Marco Medel.

El mismo Reinaldo Sánchez prosiguió con las polémicas declaraciones y ahora apuntó contra uno de los jugadores más queridos por los hinchas verdes: Mauricio Viana. "No tengo buena opinión de él (Viana), lo he visto jugar y se ha comido varios goles. Nosotros le vamos a dar toda la experiencia para que jueguen solamente los jóvenes", expresó.

Todo esto, fue confluyendo en una notoria división entre el plantel caturro y la directiva. Incluso, Ronnie Fernández, por ese tiempo, uno de los estandartes del equipo, debió salir a pedir públicamente que dejaron al equipo trabajar tranquilo. Esto, luego que también fueran despedidos Francisco Alarcón y Marco Medel.

Alarcón se fue luego de un polémico episodio en el que insultó al técnico Emiliano Astorga, mientras Medel, lo hizo por rendimiento. "Medel se tendría que ir de Wanderers, ha sido pésima su temporada porque no aporta nada. También se va Alarcón, no se puede aceptar a un jugador que insulte a su entrenador, es una falta de disciplina terrible", dijo Sánchez.

Refuerzos, remontada y triste final

Con el inicio de la segunda rueda, llegaron las primeras decisiones deportivas de la familia Sánchez en cuanto a contrataciones. Al ya firmado Ronnie Fernández (firmó con Rafael González como presidente), se sumaron el argentino Damián Arce y el volante uruguayo Joaquín Pereyra.

Y con ellos, el equipo comenzó una remontada que ilusionó a los hinchas. Se sumaron cuatro triunfos consecutivos y un empate ante Melipilla. Esos puntos, pusieron al equipo un poco más cerca de una impensada salvación. Sin embargo, una derrota posterior contra O'Higgins comenzó a mermar la ilusión.

Pese al triunfo en el Clásico Porteño con un agónico 2-1 ante Everton, esto no alcanzó. Tras otros cuatro partidos sin ganar y un decepcionante 3-0 ante Colo Colo, Sánchez decidió dar por cerrada cualquier esperanza de salvación.

Se anunció el despido de Emiliano Astorga y la llegada de Moisés Villarroel, para comandar la autodenominada “operación retorno", que increíblemente iniciaba con cuatro fechas por jugar en Primera División.

Con esto, vendría el inesperado y triste final de los porteños en Primera, porque el mismo día en que se anunció la partida de Astorga y la llegada de Villarroel, sorpresivamente, también se confirmaba que el campeón del 2001, finamente, tampoco asumiría.

Una rebelión interna del plantel, a causa de la solicitud de la directiva a Sebastián Ubilla de no jugar más, ya que con un minuto más que disputara renovaba de manera automáticamente para 2022, tuvo respaldo en “Villa”, lo que no fue bien recibido.

Finalmente, se tomó la decisión del arribo de Jorge Garcés. El DT histórico que el 2001 llevó a Wanderers a lo más alto, pero cuya última experiencia había sido en Segunda División con Fernández Vial, sin mayores resultados.

En su primera presentación, ante Curicó Unido, no se pudo sentar en el banco, ya que tenía la licencia vencida. En ese duelo, Wanderers entró a la cancha con una mayoría de juveniles y fue vilipendiado, cayendo por 3-0.

Como era de esperar, todo acabó con el descenso a la Primera B, que si bien no tuvo una responsabilidad total de Reinaldo Sánchez, sí quedará como una huella de su retorno, por todas las polémicas que marcaron el semestre.

Despidos, paro y un pobre presente en Primera B

Pero al margen de las polémicas, lo que muchos hinchas critican en el triste presente del "Decano" es que el nuevo máximo controlador del club prácticamente no ha realizado inversiones, como se esperaría.

Más allá de los refuerzos que arribaron en la segunda rueda del año pasado y los de esta temporada: Fernando Hurtado, Eduardo Miranda, Miguel Sanhueza, Thomas Amilivia, Daniel Castro y Ezequiel Rescaldani, por los que no hubo un pago mayor por el pase, todo ha sido recortes.

En el área administrativa salieron varios trabajadores, lo mismo que en el departamento de comunicaciones. A todo esto, se suma el paro que hasta el cierre de esta nota mantiene el Fútbol Femenino, que denunció deplorables condiciones de trabajo.

Las integrantes de dicha rama emitieron un comunicado, señalando que “hemos decidido irnos a PARO INDEFINIDO, hasta que existan respuestas reales y concretas a nuestras demandas”.

Durante las últimas semanas, ha habido algunos avances entre las partes, pero las futbolistas aún no deponen la paralización.

Para terminar, el análisis de los ocho meses de Reinaldo Sánchez en su regreso a Santiago Wanderers, está el presente deportivo en la Primera B. El equipo aún no ha sido capaz de ganar un partido en el campeonato y es penúltimo, tanto en la tabla del año, como en la de los promedios, pero ha estado gran parte del certamen en zona de descenso a Segunda División.

Recientemente, fue despedido Jorge Garcés, y por ahora no hay mayores novedades con su reemplazo. El anterior partido lo dirigió John Valladares, entrenador del fútbol joven, al igual que el de este sábado contra Deportes Puerto Montt.

En un total de 25 partidos al mando de los Sánchez, Wanderers suma solo seis triunfos (uno de ellos, ante el amateur equipo de La Higuera en Copa Chile), nueve empates y la misma cantidad de derrotas. Estos números dan un pobre rendimiento de 36%.

El 13 de agosto pasado, en declaraciones a En Cancha, horas después de confirmarse su regreso al puerto, Sánchez dejaba las cosas claras. "Lo primero que quiero decirle a los socios e hinchas de Santiago Wanderers es que haremos todos los esfuerzos posibles para enmendar el rumbo deportivo delo club. Les pido a todos que tengan fe pero que también tengan claro que no puedo ofrecer milagros. No soy mago. La crisis es grande".

Por ahora, la única parte de esta declaración que se está cumpliendo, es la última: Wanderers es una crisis, y no se ven vías de salida. Los hinchas de uno de los clubes más tradicionales de nuestro fútbol miran con preocupación y tristeza la realidad de su equipo.