Revuelo causó en la ANFP la denuncia de hace algunos días de Reinaldo Sánchez, máximo accionista de Santiago Wanderers, quien dejó entrever que desde el mundo del arbitraje chileno se le ofrecieron "cosas incorrectas", y todo cuando el elenco "caturro" pelea por no descender a Primera B.
Las palabras del ex mandamás del fútbol chileno no pasaron coladas en Quilín, y el nuevo hombre al mando de la Comisión de Árbitros, Javier Castrilli, decidió reunirse con la gente de Valparaíso para pedir explicaciones.
"Les pedí que públicamente explicaran lo mismo que me estaban diciendo, que dejaran en claro que ningún árbitro o dirigente se había acercado a sugerirle algo ilícito, algo irregular. Si hay una denuncia, la deben hacer con nombre y apellido", contó hoy al diario La Tercera.
¿Castigo para Wanderers?
"Si usted me trae elementos probatorios de ese tipo de acusaciones, no le quepa duda que el árbitro queda de inmediato desafectado. No puedo tener en un plantel de árbitros al que le pido transparencia, credibilidad, honorabilidad a una persona que se maneje de manera irregular. Acá hay hombres y mujeres que se sacrifican por el arbitraje chileno", añadió.
Por último, no descartó que desde la testera del fútbol nacional se tomen medidas en contra del club de Valparaíso, básicamente por lanzar acusaciones al voleo: "¿Sanciones? Yo emití un informe de lo conversado en esa cita al directorio y ellos finalmente verán cómo se procede".
En lo futbolístico, los "Caturros" intentarán dejar en el pasado toda esta polémica cuando se enfrenten a Everton, en lo que será una nueva versión del Clásico Porteño, este sábado a las 15:00 horas.
