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"Se está muriendo": Priscilla Vargas lloró al recordar cuando su hija estuvo al borde de la muerte

La personalidad recordó un complejo episodio que tuvo con su segunda descendiente, Josefa, quien estuvo internada y muy complicada por un resfriado.

Priscilla Vargas recordó su pasado y un complejo momento que vivió en su segundo embarazo, cuando este se le complicó de sobremanera y estuvo muy cerca de perder a su segunda hija.

En primera instancia, en el espacio de "De tú a tú" en Canal 13, la periodista comentó que tuvo un complejo estado de gravidez, pero que logró salir adelante. No obstante, su segunda hija, Josefa, tuvo un fuerte resfriado a los tres años que casi le quita la vida.

"Le dio virus sincicial, cuando no debía haber sido tan grave, pero como era prematura (era más débil). La llevé a la clínica, la dejo hospitalizada y veo que cada día va a peor. La intubaron y la dejaron con ventilación mecánica. Yo iba todos los días a verla, me pasaba todo el día con ella", expresó Priscilla Vargas en el programa de Martín Cárcamo.

Asimismo, esta detalló que "en un momento llego a la UCI y no me dejaban entrar. De repente aprovecho de entrar y veo a todos los doctores los doctores y enfermeros adentro de la pieza de la Josefa. La actitud de la doctora era que miraba los monitores y estaba todo mal. De repente, sale un enfermero y saca unos tubos de oxígenos y entra a la pieza de la Josefa".

Priscilla Vargas y el complejo momento que vivió Josefa, su segunda hija

Por otro lado, este entregó pormenores del momento más crítico de su descendiente, enfatizando que solo dejó que su fe la ayudara a salvarla de sus complicaciones respiratorias.

"Yo veía que, además, que la manipulaban, le metían sondas por otro lado, la movían y era como un estropajo. En un momento tuve la intención de decirles: 'Déjenla tranquila, que se muera tranquila', porque yo decía que se está muriendo y que sea lo que Dios quiera y haga su trabajo. En ese minuto llega mi papá y le digo 'la Josefa se está muriendo' y yo nunca había visto a mi papá llorar de esa manera", exclamó Priscilla Vargas entre lágrimas y afectada por el recuerdo.

Finalmente, la animadora concluyó que esta experiencia le permitió hacer un cambio en su visión de cómo afrontar la vida de ahí en adelante.

"No voy a seguir llorando porque toda esta energía la voy a concentrar en rezar ahí yo me doy cuenta y confirmo el poder de la oración porque es lo único que tú te puedes tomar cuando no hay nada que hacer. Afortunadamente salió adelante y cambió mi forma de ver la vida", concluyó Priscilla Vargas.

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