La piel es nuestro órgano más extenso y es la primera barrera que protege al cuerpo del exterior, por eso es importante cuidarla y mantenerla en condiciones óptimas. Durante el invierno, el rostro es una de las zonas que queda más expuesta a las bajas temperaturas, y el skincare se vuelve indispensable.
Para conocer tu tipo de piel, existe una prueba sencilla que puedes realizar en tu casa: limpia completamente tu rostro y seca levemente, sin frotar. Sin aplicar ningún producto, observa tu piel en una hora. Según lo que observes, podrás determinar si tu piel es normal, seca, grasa o mixta.
Piel normal
Si sientes que tu rostro está suave y terso, este es tu tipo de piel. En general no requiere de cuidados especiales, ya que tu piel logra balancearse por sí misma, pero es importante mantener una rutina de limpieza diaria y aplicar bloqueador solar durante todo el año.
Piel seca
Es tu tipo si sientes la cara tirante, ves que se descama o te pica. Se produce porque las células sebáceas no producen suficiente grasa para retener el agua en la piel, y esta se deshidrata. Además de la rutina de limpieza y bloqueador, busca productos específicos para este tipo de piel, que tienen a ser más pesados, cremosos, o incluso aceitosos.
Piel grasa
Si después de una hora sin ningún producto ves que toda tu cara está brillosa, especialmente en la "zona T" (frente, nariz y mentón) tu piel es grasa. Este es el caso contrario a la piel seca, y las glándulas sebáceas producen exceso de sebo, obstruyendo los poros y facilitando la aparición de granos, puntos negros y poros dilatados. Si este es tu caso, lo que tu piel necesita son productos reguladores de la glándula sebácea, como vitamina B3, retinoides y ácido salicílico.
Piel mixta
Si ves que la piel de tu cara tiene partes brillosas y partes secas o normales, tu piel es mixta. Lo más típico es que la "zona T" sea grasa, mientras que las mejillas sean normales o secas, lo que se conoce como piel mixta a grasa. También podrías observar que la "zona T" es normal, mientras que las mejillas se sienten secas, lo que se conoce como piel mixta a seca. Esa diferencia es muy importante, ya que el mercado ofrece productos para ambos tipo de piel, y usar los ingredientes equivocados podría empeorar ciertas imperfecciones como la resequedad o el exceso de grasa.
Recuerda que cada persona es única y, aunque esta guía es útil para la mayoría de los casos, si tu piel tiene una condición especial -como la rosácea- es importante acudir a un especialista que pueda guiarte de forma profesional.