Durante la jornada de este miércoles, la Comisión de Constitución del Senado aprobó, tanto en general como en particular, la norma que busca permitir una próxima elección de dos días en los comicios contemplados para alcaldes, concejales, gobernadores regionales y constituyentes en abril de este año.
Según los tres proyectos refundidos en la materia, impulsados por el Gobierno, parlamentarios oficialistas y opositores, se definió que la elección se debería llevar a cabo el sábado 10 y el domingo 11 de abril, proyectando que los mismos vocales de mesa sean los que actúen en ambas jornadas, aumentando el pago por el servicio, de $30 mil a $60 mil pesos.
Asimismo, el Senado instruyó que el Ejecutivo debería informar por diversos canales que los vocales designados deberán ser autorizados por sus empleadores para participar de la constitución de mesas, el viernes anterior a los comicios, además del permiso que ya está establecido en la ley para participar de las elecciones si se es nominado en esta labor.
En la misma línea, los parlamentarios determinaron que los ciudadanos solo podrán votar una vez en los dos días, promoviendo el día sábado 10 para los grupos de riesgo por COVID-19, y se estableció que el conteo de votos sólo se realizará el domingo.
Esto último despertó la discusión respecto al cuidado y custodia de las urnas en los colegios escrutadores durante la jornada del sábado, como prevención ante posibles adulteraciones o fraudes. La comisión estableció que las urnas quedarán selladas con una huincha adhesiva, y que en ella se pondrán las firmas de los vocales de mesa, siendo entregadas al delegado electoral para ser guardadas de manera segura. Las urnas sólo podrán ser abiertas al día siguiente por los firmantes.
Asimismo, en este proceso podrán estar presentes apoderados de mesa, quienes podrán estar también en el resguardo de las urnas, junto a personal de las Fuerzas Armadas y del Servel. Las cajas y todo el material electoral quedarán en una sola sala de los colegios escrutadores y este espacio deberán ser rodeado por personal de las Fuerzas Armadas y de Orden.