Este sábado 1 de abril ocurrirá el cambio de hora en Chile, donde volveremos a contar con el amado y odiado horario de invierno.
Si bien la pregunta típica es si es que, para hacer efectivo el cambio, hay que atrasar o adelantar el reloj, también surgen otras interrogantes respecto a qué regiones del país deberán hacer este cambio.
Y es que, aunque algunos no lo sepan, hay partes de Chile en donde no se deberá cambiar la hora este sábado 1 de abril.
Cambio de hora: ¿Se atrasa o adelanta y en qué regiones se debe hacer?
Para este sábado, cuando lleguen las 00:00 horas (tirando para el domingo), lo que deberás hacer es retrasar el reloj en 1 hora. Es decir, regresar a las 23:00 horas del sábado 1 de abril.
Con esto, Chile estará en la zona horaria UTC-4 de acá hasta que se deba regresar al horario de verano para lo que el reloj deberá adelantarse en una hora.
Respecto a qué regiones de Chile deben hacer este cambio horario, las únicas que no tendrán que hacerlo son la Región de Magallanes y la Antártica chilena.
En lo que respecta al Chile insular, en Rapa Nui y las Islas Salas y Gómez los relojes se deberán retrasar en 1 hora el mismo sábado 1 de abril a las 22 horas.

Críticas al cambio de hora
Hace algunas semanas, y mediante un comunicado, los investigadores John Ewer, del Centro Interdisciplinario de Neurociencia de la Universidad de Valparaíso, y Luis Larrondo, de iBio de la PUC realizaron críticas a los cambios de hora en Chile.
En lo específico, y con apoyo de la Red Nacional de Salud y del Ministerio de Salud, aseguraban que el horario de invierno debería ser permanente y que no exista otra modificación horaria.
Algunos de sus argumentos aseguraban que , “el cambio de hora de la primavera afecta negativamente a las personas: causa una caída en el nivel de atención y desempeño y un aumento en la incidencia de infartos durante los primeros días hábiles después del cambio de hora, además de causar un aumento sostenido en el déficit de sueño; y todo ello sin un ahorro de energía demostrable”.
“Si bien todos agradecemos, desde el punto de vista social, tener más luz en la tarde, nuestro cuerpo y su biología definitivamente prefieren que haya la mayor cantidad de luz posible a la hora de levantarnos”, añaden.