Entrevistas

La historia de las pequeñas villalegrinas que le escriben cartas a Felipe Camiroaga

Las hermanas Candi (13) y Valeria Nicolich (10), antes de la pandemia, visitaban día a día el espacio del museo de Villa Alegre dedicado al animador. Ahora, siguen dejándole presentes. Según explica una de ellas, es porque él les concede todas sus peticiones.

En el Museo Histórico de Villa Alegre, ubicado en la región del Maule, hay dos espacios dispuestos para rendirle homenaje a Felipe Camiroaga, hijo ilustre de la comuna. Las hermanas Candi (13) y Valeria Nicolich (10), desde pequeñas visitan el lugar y le dejan presentes al difunto animador para agradecerle por todos los favores que él les ha concedido.

Carmen Gloria Cancino, encargada del recinto, explica que las pequeñas suelen visitar bien seguido el lugar. Por la pandemia no han podido abrir al público, sin embargo, siempre recibe las cartas que las hermanas le escriben al recordado animador de "Buenos días a todos" para agradecerle.

"Todas las semanas Candi le hacía una carta a Felipe. Yo le preguntaba si estaba enamorada. Ella me aseguraba que no, que era porque todo lo que le pedía se lo concedía. Así que yo le pido la carta, se la dejo ahí y se va contenta", explica la funcionaria, detallando que la niña y su hermana visitan el lugar después de estudiar en la biblioteca pública; algo que se ha convertido en una rutina para ambas.

En una de sus últimas visitas, las hermanas, de descendencia romaní, le dejaron un pequeño romero a Carmen Gloria Cancino para agradecerle por el favor que cada semana realiza. Según le dijeron, dicha planta, que colocó en su oficina, es para la buena suerte.

"A Felipe le pide por salud, por su papá, su mamá y su abuelita. Le pide por ella, por su hermana y por todos. Aman Villa Alegre", dice la encargada que, en esta ocasión, escribió la carta por la pequeña.

Candi y Valeria Nicolich, las hermanas que recuerdan a Felipe Camiroaga

Candi tiene 13 años y Valeria, su hermana menor, 10. Ambas viven en Villa Alegre junto a sus padres desde el 2015.

"Nosotros queremos mucho a Felipe Camiroaga y por él elegimos este pueblo. Compramos casita aquí... por él", dice Alicia Nicolich, su mamá, quien les ha inculcado a sus hijas, desde pequeñas, la labor del animador en las comunicaciones.

Al teléfono y con una voz tímida, Candi cuenta que, antes de la pandemia, visitaba todas las tardes el museo junto a su hermana, motivada por las virtudes que él plasmaba en pantalla. "Era buena persona, ayudaba a la gente", explica.

Parte de la última carta para el animador -que es del 23 de julio y escrita en español y en romaní- dice: "Felipe, por favor, cumple conmigo. Mi papá, mi mamá siempre veían tu programa. Ahora cumple todos mis deseos, alegrías, felicidad, siempre".

Candi explica que cuando tenía ocho años visitó, con su primo, la sala en que los visitantes pueden dejar ofrendas a Felipe Camiroaga. Fue ahí que él le cumplió su primera solicitud.

"Yo era chiquitita, le pedí unos patines y él cumplió conmigo. Y ahora, hace dos semanas, le dejé una carta", dice, refiriéndose al mensaje donde le pide salud para su familia, el cual ha cumplido con creces. "Gracias a Dios y, a él también, no nos falta nada", asegura.

Alicia Nicolich, mamá de Candi y Valeria: “Cuando nacieron mis hijas siempre les hablábamos de Felipe”

La madre de las hermanas Nicolich cuenta que, ahora, las pequeñas van a dejarle cartas a Felipe Camiroaga cada 15 días o un mes y, también, visitan, cuando pueden, el cementerio donde yacen parte de sus cenizas.

¿Desde cuándo la familia es fanática de Felipe Camiroaga? Alicia Nicolich explica que desde que el animador debutó en las teleseries, ella y su esposo comenzaron a seguir todos sus pasos.

"Cuando nacieron mis hijas, siempre les hablábamos de Felipe y así crecieron, con toda la historia de él", explica la mamá, quien les plasmó el fanatismo por el histórico animador, a pesar de que ellas no tenían conciencia cuando se produjo su fallecimiento.

Cada 2 de septiembre, fecha en la que se conmemoran 10 años del accidente del CASA C-212, donde fallecieron Felipe Camiroaga, Roberto Bruce, parte del equipo del “Buenos días a todos” y tripulantes de la FACH, la familia tenía la tradición de ir a la misa que hacían en el Templo Parroquial del Niño Jesús para recordar la fecha, pero por la pandemia, esta actividad tuvo que suspenderse. A pesar de esto, ella, su esposo y sus hijas le prenderán una velita para recordarlo.

"A Felipe nunca nadie lo va a reemplazar. Era una persona de piel, una persona muy transparente", finaliza Alicia, quien tiene en su casa varios accesorios adornados con el rostro del animador.

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