Eliseo Salazar sigue haciendo de las suyas pese a haberse retirado de las competiciones del automovilismo hace algunos años, ya que esta vez, luego del Gran Premio de España al que asistió con su familia, se volvió a subir en el restaurado ATS-5 con el que compitió para el equipo alemán en la Fórmula 1 de la temporada 1982.
Cabe recordar que Salazar ha sido el único piloto chileno en correr en la F1, donde justamente con este coche logró un quinto lugar nada más que en el Gran Premio de San Marino, en Imola, uno de los circuitos tradicionales de la máxima categoría.
Este monoplaza se encuentra en el museo de Eduardo Costabal en Barcelona, quien reunió varias piezas de la carrera del otrora corredor nacional y le dedicó una sección con sus cascos, buzos y distintos accesorios que utilizó durante su trayectoria.