El pasado martes 5 de octubre, una joven mujer de 22 años identificada como Cinthia Lizeth Vega Chapa, murió mientras era sometida a una cirugía estética llamada aqualipo, la cual fue realizada en una clínica privada de la colonia de Mitras Centro, en Monterrey, según declaró el medio Milenio.
De acuerdo a la información entregada, luego de una hora de que la mujer fuera ingresada a una cirugía que es similar a la liposucción asistida con presión de agua para modelar la figura del cuerpo, empezó a sentirse mal y su presión arterial se elevó. La doctora a cargo de la operación, Nancy Deyanira, decidió trasladarla en un automóvil hacia la Clínica Unidad Camino Real, al noroeste de la ciudad.
Sin embargo, esto no fue suficiente, pues Cinthia Vega llegó sin signos vitales al lugar donde la asistirían, falleciendo en el recinto. Tras percatarse de lo sucedido, la persona encargada de la operación desapareció sin dar explicaciones.
El padre de la joven, señaló que la víctima no hizo caso cuando se le pidió que no se realizara la operación y solicitó que las personas que sean responsables o estén involucradas paguen. "Que se entreguen, que paguen lo que le hicieron a mi hija (...) Mi hija era guapa".
El Ministerio Público inició una investigación de oficio y la Secretaría de Salud abrió un expediente para revisar las condiciones en las que opera la clínica y spa, donde se percataron que el lugar solo contaba con la consulta de medicina general y consulta de medicina especializada, pero no para realizar procedimientos quirúrgicos.
Además, en el recorrido no se encontraron documentos que acreditaran la preparación académica o profesional de los propietarios, al igual que llama la atención que pasaron por al menos cinco hospitales que no pudieron entregarle asistencia a la victima.
