Escondida en cocinas y otros muebles de metal, la PDI logró desbaratar una peligrosa banda de narcotraficantes internacionales, los que movían droga desde la zona norte del país hacía Santiago, en camiones de alto tonelaje.
Se trata de 852 kilos de distintas sustancias ilícitas, principalmente clorhidrato de cocaína, avaluadas en 14 mil millones de pesos, y de la que se podrían conseguir 7 millones de dosis, y que iban a ser comercializadas en la Región Metropolitana.
"Se trata de una organización criminal cuya base y funcionamiento estaba en Iquique y que usaba empresas de transporte, usando también de fantasía, traslado de especies de cocina como ollas, y trayendo hasta la Región Metropolitana gran cantidad de droga", señaló el director general de la PDI, Héctor Espinosa.
Atacando el patrimonio de los narcos
El trabajo se logró luego de una labor en conjunto con la Interpol y las policías de los países vecinos, los que entregaron detalladamente los movimientos y modus operandi de las bandas delictuales, los que poseen un alto patrimonio, por lo que fue enfático en atacar ese flanco.
"Hemos hecho una estrategia que es, aparte de incautar esta droga, atacar el patrimonio de estas organizaciones criminales, entendiendo que si destruimos su patrimonio dejamos esas organizaciones sin la posibilidad de seguir trabajando", agregó el director Espinosa.
"Además, que permite adelantar la extinción del patrimonio en el caso de este tipo de investigaciones y también establecer de manera anticipada la pureza de la droga, y eso es sumamente relevante para que este tipo de operaciones sean cada día más habituales y podamos sacar la mayor cantidad de droga de nuestro país", indicó la subsecretaria de Prevención del Delito, Katherine Martorell.
Los delincuentes fueron puestos a disposición del Ministerio Público para ser formalizados por la Ley 20.000.