La Universidad Católica ya se despidió de San Carlos de Apoquindo, y ahora se empeñará en buscar un nuevo escenario para ser local mientras su tradicional recinto es remodelado con miras al 2024.
En el aspecto deportivo importa mucho tener un césped en buenas condiciones, fundamental para hacer el buen fútbol que caracteriza a los precordilleranos, y por eso en los planes originales se incluyó el ítem de renovar completamente el gramado de Las Condes, apuntando a un nivel de tecnología que pocos elencos utilizan hoy en Sudamérica. ¿En qué consiste?
Para comenzar a hablar de este moderno sistema hay que considerar primero que sí o sí habrá un porcentaje del césped que será artificial. ¿La razón? Reducir al máximo el estropeo de una cancha por factores climáticos y uso en exceso.
Dicho esto, el sistema de "césped inteligente" -como se le suele denominar- cuenta con varias capas diferentes, en las que se incluyen las funciones naturales de riego, calor y abono manejado desde una técnica conocida como Row Planting.
Los conciertos no serán tan dañinos en el nuevo San Carlos
El principal beneficio de este tecnológico terreno de juego -que supo implementar River Plate en Argentina, por ejemplo-, es que los daños a la superficie serán mínimos, ideal para un recinto multiuso como el de los "Cruzados" que pretende también albergar grandes conciertos de la cartelera internacional.
La inversión en mantenimiento se reducirá considerablemente y, lo que es mejor, cualquier daño que se produzca por desgaste podrá ser reparado a la brevedad por medio de una inyección de gramilla artificial que deja el pasto como estaba en cuestión de días.
En todo caso, la posibilidad aún se estudia en la precordillera, y lo más importante hoy en Las Condes es encontrar una nueva cancha para ejercer de local en lo que queda de este año y todo el 2023.