Esteban Valencia todavía no puede ganar como "técnico" de la U. El histórico volante azul fue ratificado como DT oficial para todo lo que queda de la temporada justo en la previa del Superclásico vs Colo Colo... y desde entonces no ganó nunca más. Además de la caída ante los albos, perdió en Valparaíso ante el colista Santiago Wanderers y este domingo apenas igualó como local frente a Deportes Antofagasta.
Una sequía que tiene al cuadro universitario apenas manteniéndose en los últimos puestos de clasificación a copas internacionales.
Sin embargo, Valencia ha tratado de enfocarse en el lado positivo de las cosas e intentar rescatar las pocas cosas buenas que su equipo ha logrado durante esta mala racha. Un discurso que cae muy bien en la interna del camarín, pero que ya colmó la paciencia de los hinchas, que pese a su condición de referente se molestan ante lo que interpretan como la "mediocridad" de conformarse con muy poco.
¿Motivación o poca ambición?
Salvo por el Superclásico, donde no dudó en hablar de que ese tipo de partidos "se ganan con huevos y determinación", tanto frente a Wanderers como Antofagasta destacó que el equipo había tenido buen rendimiento... en cada uno de los tiempos.
Así, luego de la derrota ante los "Caturros", Valencia reconoció que tuvieron un muy mal primer tiempo, quedando en desventaja de dos goles antes de los 20 minutos, pero destacó que "el equipo mostró otra cara" tras el descanso.
"No sé si un empate hubiese sido justo o no, pero por lo menos desde la forma, de cómo fuimos, de cómo quisimos revertir y desde el orgullo y la actitud de los jugadores en el segundo tiempo, es lo que me deja un poco una sensación positiva", analizó Valencia.
Contra los "Pumas", sin embargo, fue al revés: esta vez hubo un buen arranque, pero no se pudo mantener en la segunda fracción. "No dejamos nunca de renunciar a lo que buscábamos en el partido y rescato el espíritu que tuvo el equipo contra el rival y sobreponerse a todas esas situaciones (lesiones de varios jugadores)", indicó tras el empate a dos, marcado por las cuatro lesiones que afectaron a su equipo.
¿Buena táctica motivacional o señal de poco ambición? Usted decide.