A mediados de septiembre, Cobresal anunció sorpresivamente la salida de un futbolista en plena competencia del fútbol chileno. Se trataba de Jens Buss, lateral que había llegado a los Mineros a principio de temporada. Sin dar mucho detalle, el club anunció que el vínculo contractual llegó a su fin de manera consensuada.
Horas después de concretarse su partida, Buss fue anunciado como nuevo refuerzo del NK Tabor Sezana, equipo de la Segunda División de Eslovenia. El ex Curicó Unido, Antofagasta, La Serena y Copiapó, armó sus maletas para tener su primera experiencia en el extranjero.
A dos semanas de su llegada a Europa, y mientras se acomoda en el país, contestó el llamado de En Cancha. Habló sobre el motivo que tuvo para irse de Chile, cómo le llegó la oferta y un prematuro análisis de sus primeros días en el Viejo Continente.
- ¿Cómo surgió la posibilidad de ir a Europa?
Era un desafío que estaba esperando. Un agente me había hablado hace tiempo cuando jugaba en Curicó y como yo tengo pasaporte alemán (su padre es de esa nacionalidad), me dijo que tenía algunas opciones de partir porque era comunitario. Hablamos hace un par de años, pero yo quería seguir jugando en la Primera División de Chile. Sin embargo, en las últimas semanas todo cambió.
- ¿Qué pasó?
Tuve un problema familiar algo complicado que me motivó a tomar la oferta, además que era una posibilidad desde lo futbolístico que me interesaba mucho. La oportunidad se me presentó a mitad de temporada y no dudé en tomarla. Es un lindo desafío que espero aprovechar para seguir haciendo carrera y crecer como futbolista.
- ¿Cómo fue la negociación con Cobresal para que te dejaran partir? ¿Cómo se lo tomaron?
Yo tenía contrato con Cobresal hasta fin de año y les explique la situación, que tenía un problema familiar y que quería tomar la oportunidad que se me estaba presentando. Llegamos a un acuerdo y firme un vínculo por un año acá.
Jens Buss y sus primeras dos semanas en Europa
- Ya has jugado algunos partidos. ¿Qué diferencias hay entre el fútbol chileno con el de Eslovenia, que es una liga algo desconocida?
El fútbol de acá es muy diferente. El fútbol chileno es mucho más técnico, mientras que acá es más físico. Los futbolistas son mucho más altos y corren como locos. Es cosa de acostumbrarse, esto es fútbol.
- ¿Cuál es tu proyección en Europa?
Primero que todo quiero jugar bien acá, ganarme un puesto y dar lo mejor que puedo en el equipo. Espero seguir mejorando en todo aspecto y, por qué no, después llegar a Primera División en una liga europea. Pero mientras tanto me enfoco en el día a día y rendir. Por suerte llegué y jugué de inmediato, así que ojalá seguir así.
- ¿Cómo han sido los primeros días en el club? ¿Qué te ha parecido?
Todo muy bien. En el equipo hay varios extranjeros, situación muy diferente a la que se vive en otros clubes eslovenos donde hay puros jugadores locales. Como la institución tiene dueños estadounidenses, acá hay un argentino, un colombiano, un francés. Con ellos son los que tengo más comunicación.
- ¿Qué tal las hinchadas de los clubes eslovenos?
Acá la gente no va mucho al estadio, aunque también hay que tener en cuenta que es un país que tiene dos millones de habitantes, es como Uruguay. Van cerca de 500 personas por partido, pero cuando juegas contra los equipos grandes como el Maribor, la situación cambia.
- ¿Y el país?
Es una cultura súper diferente. Los eslovenos son más fríos, hacen su pega, se van para la casa y es muy diferente, por ejemplo, a un pueblo italiano que hay acá a solo 15 minutos, donde son más sudamericanos. No es que no me guste, pero es distinto. Tiene sus cosas buenas y otras donde hay que acostumbrarse.
- ¿Cómo son tus días allá?
En las mañanas entreno, nos juntamos con algunos compañeros, con los sudamericanos sobre todo y en la tarde noche vamos a comer a un local donde van hinchas del club, es muy amigable. Después me voy a la casa, hago las compras y como es un pueblo chico, puedo movilizarme sin problemas. No tengo televisión, auto, ni departamento propio, entonces no tengo muchas opciones de hacer mucho más. La vida es como la de un pueblo.