En un par de semanas más, probablemente entre el 26 y 30 de abril, se producirá la toma de posesión definitiva de los misteriosos nuevos dueños de la U, el grupo de empresarios extranjeros y chilenos que adquirió las acciones de Carlos Heller. Y llegarán con una gran novedad: para ellos, Rafael Dudamel no es el técnico a largo plazo del equipo.
¿Será despedido el venezolano? El bajo rendimiento exhibido en las dos primeras fechas del torneo nacional y el escándalo por las reuniones privadas que violaban las normas sanitarias no lo ayudaron mucho, pero según supo En Cancha por varias fuentes, incluso desde antes la evaluación del DT no era buena. De hecho, están dispuestos a cancelar de entrada la indemnización, que en estos momentos bordea los 400 mil dólares.
Esto es fútbol y siempre pueden haber "milagros", como lo describen en Azul Azul, pero salvo que haya una mejora ostensible en la próxima fecha frente a Unión Española y, sobre todo, se logre derrotar en el Superclásico a Colo Colo en el Estadio Monumental, serán los últimos dos juegos de Dudamel como técnico de la U.
"De categoría internacional"
Incluso, desde antes de la Junta de Accionistas donde se oficializarán a los nuevos dueños de Universidad de Chile se podría conocer al reemplazante del DT venezolano. La idea de los inversionistas es llegar con un entrenador "de categoría internacional" bajo el brazo, algo así como una carta de presentación ganadora para su introducción con los hinchas.
De hecho, hay varios nombres nombres de técnicos que han rondado por el CDA en las últimas semanas, ya que han existido averiguaciones de allegados a ellos consultando por las condiciones de trabajo en el club y conformación del plantel. Y son nombres que en el papel entusiasman, apuntan en el club; uno de ellos, por ejemplo, viene de dirigir en la última Copa del Mundo 2018.
Considerando que el grueso de la directiva actual abandonará sus cargos, y que los gerentes deportivos Rodrigo Goldberg y Sergio Vargas no seguirán en sus funciones, el cambio en la U será total y tendrá como mayor reflejo que los ya tradicionales gritos de Dudamel a un costado de la cancha durante los juegos probablemente ya no estarán.